La cleboprida es un medicamento que pertenece al grupo ATC A03FA06 y se utiliza para tratar trastornos gastrointestinales como la dispepsia y el reflujo gastroesofágico. Actúa aumentando la motilidad gastrointestinal y reduciendo la sensación de acidez estomacal.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 se dispensaron más de 2 millones de envases de cleboprida, lo que supone un aumento del 4% respecto al año anterior. Además, este medicamento se encuentra entre los 100 más vendidos en el país.
La cleboprida se presenta en forma de comprimidos recubiertos con película y solución oral. La dosis recomendada varía según la edad y el peso del paciente, pero generalmente se administra una vez al día antes de las comidas principales.
Aunque la cleboprida es generalmente bien tolerada, puede causar efectos secundarios como dolor abdominal, náuseas y diarrea. También puede interactuar con otros medicamentos como los antidepresivos y los antipsicóticos.
Es importante tener en cuenta que la cleboprida está contraindicada en pacientes con obstrucción intestinal o hemorragia gastrointestinal activa. También debe evitarse su uso durante el embarazo y la lactancia debido a posibles efectos adversos sobre el feto o el lactante.
En cuanto a su seguridad a largo plazo, algunos estudios han sugerido un posible aumento del riesgo de arritmias cardíacas asociado al uso prolongado de cleboprida. Por esta razón, se recomienda limitar su uso a corto plazo y a la dosis mínima efectiva.
En resumen, la cleboprida es un medicamento útil en el tratamiento de trastornos gastrointestinales como la dispepsia y el reflujo gastroesofágico. Sin embargo, su uso debe ser cuidadoso y limitado a corto plazo debido a posibles efectos secundarios y riesgos asociados. Como siempre, se recomienda consultar con un profesional de la salud antes de iniciar cualquier tratamiento farmacológico.