El glicerol es un fármaco utilizado para el tratamiento de la constipación ocasional. Pertenece al grupo ATC A06AX01 y se administra por vía oral.
El glicerol actúa como laxante osmótico, lo que significa que aumenta la cantidad de agua en el intestino grueso, ablandando las heces y facilitando su eliminación. Además, también estimula los movimientos intestinales para ayudar a evacuar las heces.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, el glicerol se encuentra disponible en diversas presentaciones comerciales. Se puede adquirir en forma de supositorios o solución oral.
La dosis recomendada de glicerol varía según la edad y la condición del paciente. En adultos y niños mayores de 12 años, se recomienda una dosis única de 1-2 supositorios o 15-45 ml de solución oral. En niños menores de 12 años, la dosis debe ser ajustada según su peso corporal.
Es importante tener en cuenta que el uso prolongado o excesivo del glicerol puede causar efectos secundarios como diarrea, dolor abdominal o deshidratación. Por lo tanto, se recomienda no utilizar este fármaco durante más de una semana sin consultar previamente con un profesional sanitario.
Además, es importante destacar que el glicerol no está indicado para todas las personas. Aquellos pacientes con obstrucción intestinal o enfermedades inflamatorias del intestino deben evitar su uso debido a los posibles riesgos asociados.
En conclusión, el glicerol es un fármaco útil para tratar la constipación ocasional. Sin embargo, su uso debe ser cuidadoso y siempre bajo la supervisión de un profesional sanitario. Es importante seguir las recomendaciones de dosificación y no utilizarlo durante períodos prolongados sin consultar previamente con un médico o farmacéutico.