Los preparados contra la obesidad de acción periférica son aquellos medicamentos que actúan directamente en el tejido adiposo, reduciendo la acumulación de grasa en el cuerpo. El grupo ATC A08AB incluye algunos de los fármacos más utilizados para tratar la obesidad en España.
Según las estadísticas, la obesidad es un problema cada vez más común en nuestro país. En 2019, el 28,4% de la población adulta tenía sobrepeso y el 17,4% era obesa. Estos datos son preocupantes ya que la obesidad está asociada a numerosas enfermedades crónicas como diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares y algunos tipos de cáncer.
Los preparados contra la obesidad de acción periférica actúan principalmente sobre los receptores adrenérgicos beta-3 presentes en las células adiposas. Estos fármacos estimulan la liberación de ácidos grasos y aumentan el gasto energético del cuerpo, lo que se traduce en una reducción del tejido adiposo.
Entre los medicamentos incluidos en este grupo ATC se encuentran la sibutramina y el orlistat. La sibutramina actúa como un inhibidor del apetito al aumentar los niveles de serotonina y noradrenalina en el cerebro. Por otro lado, el orlistat impide que las grasas sean absorbidas por el intestino al inhibir una enzima llamada lipasa pancreática.
Es importante destacar que estos medicamentos deben ser utilizados bajo supervisión médica ya que pueden tener efectos secundarios importantes. La sibutramina, por ejemplo, puede aumentar la presión arterial y el ritmo cardíaco, mientras que el orlistat puede causar diarrea y flatulencia.
Además, estos fármacos no son una solución mágica para la obesidad. Su efectividad depende en gran medida de la adopción de hábitos saludables como una dieta equilibrada y la práctica regular de ejercicio físico. De hecho, muchos estudios han demostrado que los pacientes que combinan el uso de estos medicamentos con cambios en su estilo de vida tienen mejores resultados a largo plazo.
En resumen, los preparados contra la obesidad de acción periférica son una herramienta útil en el tratamiento de esta enfermedad cada vez más común en España. Sin embargo, su uso debe ser siempre supervisado por un profesional médico y combinado con cambios en los hábitos alimentarios y físicos del paciente.