El grupo ATC D01B incluye los antifúngicos de uso sistémico y dermatológico, es decir, aquellos medicamentos que se utilizan para tratar infecciones fúngicas en la piel y en todo el cuerpo. Estos medicamentos son muy importantes ya que las infecciones fúngicas pueden ser muy molestas e incluso peligrosas si no se tratan adecuadamente.
En España, las infecciones fúngicas son muy comunes, especialmente en la piel. Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en 2019 se registraron más de 1 millón de consultas médicas por problemas dermatológicos relacionados con hongos. Además, según un estudio publicado en la revista Actas Dermo-Sifiliográficas, el 20% de la población española sufre algún tipo de infección fúngica cutánea.
Los antifúngicos sistémicos se utilizan para tratar infecciones más graves o que afectan a todo el cuerpo. Algunos ejemplos son la candidiasis sistémica o la aspergilosis. Estos medicamentos suelen administrarse por vía oral o intravenosa y requieren supervisión médica.
Por otro lado, los antifúngicos dermatológicos se utilizan para tratar infecciones fúngicas localizadas en la piel. Algunos ejemplos son el pie de atleta o la tiña corporal. Estos medicamentos suelen administrarse en forma de cremas, geles o lociones y pueden comprarse sin receta médica.
Es importante destacar que los antifúngicos pueden tener efectos secundarios y contraindicaciones, por lo que es fundamental seguir las indicaciones del médico o farmacéutico y leer detenidamente el prospecto antes de utilizarlos.
Además, es importante tener en cuenta que el uso indiscriminado de antifúngicos puede favorecer el desarrollo de resistencias y dificultar el tratamiento de infecciones fúngicas en el futuro. Por esta razón, es fundamental utilizar estos medicamentos solo cuando sean necesarios y siguiendo las indicaciones del profesional sanitario.
En resumen, los antifúngicos de uso sistémico y dermatológico son medicamentos muy importantes para tratar infecciones fúngicas en la piel y en todo el cuerpo. En España, estas infecciones son muy comunes y pueden ser muy molestas e incluso peligrosas si no se tratan adecuadamente. Es fundamental seguir las indicaciones del médico o farmacéutico y utilizar estos medicamentos solo cuando sean necesarios para evitar efectos secundarios y resistencias.