La clortetraciclina es un antibiótico de la familia de las tetraciclinas que se utiliza para tratar infecciones bacterianas en la piel y las membranas mucosas. Pertenece al grupo ATC D06AA02.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, en el año 2019 se dispensaron más de 30.000 envases de clortetraciclina, lo que representa un aumento del 10% respecto al año anterior.
La clortetraciclina actúa inhibiendo la síntesis proteica bacteriana, lo que impide el crecimiento y la reproducción de las bacterias causantes de la infección. Es efectiva contra una amplia variedad de bacterias grampositivas y gramnegativas.
Este antibiótico se presenta en forma de comprimidos o cápsulas para administración oral. La dosis recomendada varía según el tipo y gravedad de la infección, pero generalmente se toma entre una y cuatro veces al día durante un período que puede oscilar entre cinco y diez días.
Es importante destacar que la clortetraciclina puede tener efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarrea o reacciones alérgicas. Además, su uso prolongado puede provocar resistencia bacteriana a este fármaco y a otros antibióticos similares.
Por esta razón, es fundamental seguir las indicaciones del médico o farmacéutico en cuanto a dosis y duración del tratamiento. También es importante no interrumpir el tratamiento antes de tiempo aunque los síntomas hayan desaparecido por completo.
En caso de sobredosis o reacciones adversas graves como dificultad para respirar, hinchazón de la cara o la garganta, es necesario acudir de inmediato al servicio de urgencias más cercano.
En resumen, la clortetraciclina es un antibiótico eficaz para tratar infecciones bacterianas en la piel y las membranas mucosas. Su uso debe ser siempre supervisado por un profesional sanitario y se recomienda seguir las indicaciones del médico o farmacéutico en cuanto a dosis y duración del tratamiento.