El grupo ATC D07 comprende los corticoides dermatológicos, que son medicamentos utilizados para tratar diversas afecciones de la piel, como la dermatitis atópica, la psoriasis y el eczema. Estos medicamentos se aplican tópicamente en la piel y actúan reduciendo la inflamación y el enrojecimiento.
En España, los corticoides dermatológicos son muy utilizados. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 se dispensaron más de 3 millones de envases de corticoides tópicos en las farmacias españolas. Esto representa un aumento del 2% con respecto al año anterior.
Es importante destacar que estos medicamentos deben ser utilizados bajo prescripción médica y siguiendo las indicaciones del profesional sanitario. El uso prolongado o inadecuado puede tener efectos secundarios graves, como adelgazamiento de la piel, aparición de estrías o incluso supresión del eje hipotálamo-hipofisario-adrenal.
Existen diferentes tipos de corticoides dermatológicos según su potencia. Los más suaves se utilizan para tratar afecciones leves como el eccema o las picaduras de insectos, mientras que los más potentes se reservan para casos graves como la psoriasis.
Los corticoides tópicos también pueden combinarse con otros medicamentos para mejorar su eficacia. Por ejemplo, algunos productos incluyen antifúngicos para tratar infecciones por hongos en la piel.
Además, es importante tener en cuenta que estos medicamentos pueden interactuar con otros fármacos o sustancias. Por ejemplo, algunos antibióticos pueden aumentar la absorción de los corticoides, lo que puede aumentar el riesgo de efectos secundarios.
En cuanto a la forma de aplicación, los corticoides dermatológicos se presentan en diferentes formatos como cremas, ungüentos o lociones. La elección del formato dependerá de la zona a tratar y del tipo de piel del paciente.
En resumen, los corticoides dermatológicos son medicamentos muy utilizados en España para tratar diversas afecciones de la piel. Sin embargo, su uso debe ser siempre bajo prescripción médica y siguiendo las indicaciones del profesional sanitario. Es importante conocer sus posibles efectos secundarios y evitar su uso prolongado o inadecuado.