La finasterida es un medicamento que pertenece al grupo ATC D11AX10 y se utiliza principalmente para tratar la alopecia androgénica en hombres. Esta afección, también conocida como calvicie de patrón masculino, es causada por la acción de la hormona dihidrotestosterona (DHT) en los folículos pilosos del cuero cabelludo.
La finasterida actúa inhibiendo la enzima 5-alfa reductasa, que convierte la testosterona en DHT. Al reducir los niveles de DHT en el cuerpo, se puede prevenir o disminuir la pérdida de cabello y promover el crecimiento del mismo.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, se dispensaron más de 1 millón de envases de finasterida durante el año 2019. Esto demuestra su amplia utilización y eficacia en el tratamiento de la alopecia androgénica.
La dosis recomendada para adultos es de 1 mg al día por vía oral. Es importante destacar que los efectos pueden tardar varios meses en ser visibles y que su uso continuado es necesario para mantener los resultados obtenidos.
Además del tratamiento capilar, también se ha demostrado que la finasterida puede ser útil en el tratamiento del agrandamiento benigno de próstata (hiperplasia prostática benigna). En este caso, actúa reduciendo el tamaño de la próstata y mejorando los síntomas asociados a esta afección.
Sin embargo, como cualquier medicamento, la finasterida puede tener efectos secundarios. Los más comunes son disminución del deseo sexual y dificultad para mantener una erección. Estos efectos suelen ser reversibles al suspender el tratamiento.
En casos muy raros, se han reportado efectos secundarios más graves como depresión, ansiedad y pensamientos suicidas. Por esta razón, es importante que los pacientes informen a su médico si experimentan cualquier cambio en su estado de ánimo durante el tratamiento con finasterida.
En resumen, la finasterida es un medicamento eficaz y ampliamente utilizado en el tratamiento de la alopecia androgénica en hombres. También puede ser útil en el tratamiento del agrandamiento benigno de próstata. Sin embargo, es importante tener en cuenta sus posibles efectos secundarios y seguir las recomendaciones del médico tratante para minimizar cualquier riesgo asociado al uso de este medicamento.