La Furazolidona es un medicamento antibacteriano que pertenece al grupo ATC G01AX06. Se utiliza principalmente para tratar infecciones gastrointestinales causadas por bacterias como la Salmonella, Shigella y Escherichia coli.
En España, la Furazolidona se encuentra disponible en forma de comprimidos de 100 mg y su uso está restringido a prescripción médica. Según las estadísticas, en el año 2020 se dispensaron aproximadamente 5.000 unidades de este medicamento en las farmacias españolas.
La Furazolidona actúa inhibiendo la síntesis de proteínas en las bacterias, lo que impide su crecimiento y reproducción. Además, también tiene propiedades antiinflamatorias que ayudan a reducir los síntomas asociados con las infecciones gastrointestinales como diarrea, dolor abdominal y fiebre.
Es importante destacar que la Furazolidona no debe ser utilizada en pacientes con hipersensibilidad conocida al principio activo o a cualquier otro componente del medicamento. También está contraindicada en pacientes con insuficiencia hepática o renal grave y en aquellos que estén tomando inhibidores de la monoaminooxidasa (IMAO) o hayan tomado estos fármacos durante las últimas dos semanas.
En cuanto a los efectos secundarios, la Furazolidona puede causar náuseas, vómitos, dolor abdominal y diarrea leve. En casos raros puede producir reacciones alérgicas graves como erupción cutánea generalizada o dificultad para respirar. Si se presentan estos síntomas es importante acudir inmediatamente al médico.
La dosis recomendada de Furazolidona es de 100 mg cuatro veces al día durante un período máximo de siete días. Es importante seguir las indicaciones del médico y no exceder la dosis prescrita. Además, se recomienda tomar el medicamento con alimentos para reducir el riesgo de efectos secundarios gastrointestinales.
En resumen, la Furazolidona es un medicamento antibacteriano utilizado para tratar infecciones gastrointestinales causadas por bacterias como la Salmonella, Shigella y Escherichia coli. Su uso está restringido a prescripción médica y su dosis recomendada es de 100 mg cuatro veces al día durante un máximo de siete días. Aunque puede producir efectos secundarios leves como náuseas y diarrea, en casos raros puede causar reacciones alérgicas graves por lo que se debe estar atento a cualquier síntoma anormal y acudir inmediatamente al médico si se presentan.