La cefpodoxima es un antibiótico de la familia de las cefalosporinas de tercera generación. Se utiliza para tratar infecciones bacterianas en diferentes partes del cuerpo, como la piel, el tracto respiratorio y el tracto urinario.
En España, la cefpodoxima está disponible en forma de comprimidos y suspensión oral. Según los datos estadísticos, en 2019 se vendieron más de 300.000 unidades de cefpodoxima en España.
La cefpodoxima actúa inhibiendo la síntesis de la pared celular bacteriana, lo que provoca la muerte del microorganismo. Es efectiva contra una amplia variedad de bacterias grampositivas y gramnegativas, incluyendo Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Escherichia coli.
La dosis recomendada para adultos es de 200-400 mg cada 12 horas durante un período que varía entre 7-14 días dependiendo del tipo y gravedad de la infección. En niños menores a 12 años se recomienda una dosis diaria entre 5-10 mg/kg/día dividida en dos tomas.
La cefpodoxima se absorbe bien por vía oral y alcanza concentraciones terapéuticas en los tejidos infectados. Se elimina principalmente por vía renal sin necesidad de ajustar dosis en pacientes con insuficiencia hepática o renal leve a moderada.
Es importante tener precaución al administrar cefpodoxima a pacientes con antecedentes alérgicos a las penicilinas ya que existe un riesgo cruzado del orden del 5%. Además, su uso prolongado puede favorecer el desarrollo de resistencias bacterianas.
En cuanto a los efectos secundarios, la cefpodoxima puede provocar diarrea, náuseas y vómitos. En casos raros se han reportado reacciones alérgicas graves como anafilaxia y erupciones cutáneas.
En resumen, la cefpodoxima es un antibiótico eficaz para tratar infecciones bacterianas en diferentes partes del cuerpo. Su uso debe ser prescrito por un médico y se debe tener precaución en pacientes con antecedentes alérgicos a las penicilinas. Además, su uso prolongado puede favorecer el desarrollo de resistencias bacterianas.