El grupo ATC J05AR02 se compone de dos fármacos antirretrovirales: la lamivudina y el abacavir. Ambos medicamentos son utilizados en el tratamiento de la infección por VIH, ya que actúan inhibiendo la replicación del virus en las células del cuerpo.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en 2019 se registraron un total de 3.244 nuevos diagnósticos de VIH. La mayoría de los casos se dieron en hombres (81%), y el grupo más afectado fue el comprendido entre los 25 y los 39 años.
La lamivudina es un análogo nucleósido que actúa como inhibidor competitivo de la transcriptasa inversa del VIH. Se administra por vía oral y su absorción es rápida y completa. Su vida media es de unas 5-7 horas, por lo que suele ser necesario tomarla varias veces al día para mantener una concentración adecuada en sangre.
El abacavir, por su parte, también es un análogo nucleósido que actúa como inhibidor selectivo de la transcriptasa inversa del VIH. Se administra por vía oral y su absorción es rápida e incompleta (alrededor del 83% se absorbe). Su vida media es más larga que la de la lamivudina (unas 1,5-2 horas), lo que permite administrarlo con menos frecuencia (suele ser suficiente con una vez al día).
Ambos fármacos pueden producir efectos secundarios como náuseas, diarrea o dolor abdominal. En algunos casos pueden aparecer reacciones alérgicas graves, por lo que es importante estar alerta ante cualquier síntoma de este tipo y acudir al médico inmediatamente si se producen.
En cuanto a su eficacia, diversos estudios han demostrado que la combinación de lamivudina y abacavir es una opción terapéutica eficaz y segura en el tratamiento del VIH. En un estudio realizado en España con pacientes naïve (es decir, que no habían recibido tratamiento previo), se observó una tasa de supresión viral del 83% a las 48 semanas de tratamiento con esta combinación.
En resumen, la lamivudina y el abacavir son dos fármacos antirretrovirales utilizados en el tratamiento del VIH. Ambos actúan inhibiendo la replicación del virus en las células del cuerpo. Aunque pueden producir efectos secundarios, su eficacia ha sido demostrada en diversos estudios clínicos. Es importante seguir las indicaciones médicas para su correcta administración y estar alerta ante cualquier síntoma adverso que pudiera aparecer.