El Raltegravir es un medicamento antiviral utilizado en el tratamiento de la infección por VIH-1 en adultos y niños mayores de 6 años. Este fármaco pertenece al grupo ATC J05AX08.
El Raltegravir actúa inhibiendo la integrasa del VIH-1, una enzima que es necesaria para que el virus se replique y se propague dentro del cuerpo. Al bloquear esta enzima, el Raltegravir evita que el virus se multiplique y reduce la carga viral en el organismo.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, durante el año 2019 se dispensaron un total de 3.038 envases de Raltegravir, lo que supone un aumento del 2% respecto al año anterior. Además, este medicamento fue prescrito principalmente por especialistas en enfermedades infecciosas (64%), seguidos por médicos internistas (17%) y médicos de atención primaria (10%).
El Raltegravir se presenta en comprimidos recubiertos con película de 400 mg. La dosis recomendada para adultos es de un comprimido dos veces al día con o sin alimentos. En niños mayores de 6 años y adolescentes con peso corporal superior a 25 kg, la dosis recomendada es también de un comprimido dos veces al día.
En cuanto a su seguridad, los efectos secundarios más comunes asociados al uso del Raltegravir son diarrea, náuseas y dolor abdominal. También pueden producirse reacciones cutáneas como erupción cutánea o prurito. En casos muy raros se han descrito reacciones graves como hipersensibilidad, pancreatitis o insuficiencia hepática.
Es importante destacar que el Raltegravir no cura la infección por VIH-1, pero puede ayudar a controlarla y mejorar la calidad de vida de las personas que viven con esta enfermedad. Por ello, es fundamental seguir las indicaciones del médico y tomar el medicamento de forma regular y continua.
En resumen, el Raltegravir es un medicamento antiviral utilizado en el tratamiento de la infección por VIH-1 en adultos y niños mayores de 6 años. Actúa inhibiendo la integrasa del virus y reduciendo así su carga viral en el organismo. En España, se dispensaron más de 3.000 envases durante el año 2019 y fue prescrito principalmente por especialistas en enfermedades infecciosas. Aunque puede producir efectos secundarios como diarrea o náuseas, su uso continuado puede mejorar la calidad de vida de las personas que viven con VIH-1.