La ifosfamida es un medicamento antineoplásico que pertenece al grupo ATC L01AA06. Se utiliza para tratar diversos tipos de cáncer, como el cáncer de pulmón, ovario, vejiga y sarcomas.
En España, la ifosfamida se encuentra disponible en forma de solución inyectable y se administra por vía intravenosa. Es importante destacar que este medicamento solo debe ser administrado por profesionales sanitarios experimentados en el manejo de quimioterapia.
La ifosfamida actúa inhibiendo la división celular y provocando la muerte de las células cancerosas. Además, también puede afectar a las células sanas del cuerpo, lo que puede provocar efectos secundarios.
Entre los efectos secundarios más comunes se encuentran la náusea, vómito, diarrea y pérdida del apetito. También puede causar problemas renales y hepáticos si no se administra adecuadamente.
En cuanto a su uso en pacientes pediátricos, es importante destacar que la ifosfamida puede afectar el crecimiento y desarrollo normal del niño. Por lo tanto, su uso debe ser cuidadosamente evaluado por un especialista en oncología pediátrica.
En términos estadísticos para España, según los datos del Registro Nacional de Tumores (RNT), durante el año 2018 se diagnosticaron 277 casos nuevos de cáncer infantil en menores de 15 años. De estos casos nuevos diagnosticados durante ese año en niños menores de 15 años con cáncer infantil:
- El 20% correspondió a leucemias
- El 18% a tumores del sistema nervioso central
- El 12% a linfomas
- El 10% a tumores de hueso y partes blandas
En cuanto al uso de la ifosfamida en el tratamiento del cáncer infantil, es importante destacar que su uso está limitado a casos específicos y siempre bajo supervisión médica.
En conclusión, la ifosfamida es un medicamento antineoplásico utilizado en el tratamiento de diversos tipos de cáncer. Su uso debe ser cuidadosamente evaluado por un especialista en oncología y solo debe ser administrado por profesionales sanitarios experimentados en el manejo de quimioterapia. Es importante tener en cuenta los posibles efectos secundarios y su impacto en pacientes pediátricos.