El Pralatrexato es un medicamento utilizado en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer, como el linfoma periférico de células T (LPCT) y el carcinoma de células escamosas (CCE). Este fármaco pertenece al grupo ATC L01BA05.
El Pralatrexato actúa inhibiendo la enzima dihidrofolato reductasa, lo que impide la síntesis del ácido tetrahidrofólico necesario para la división celular. De esta manera, se logra detener o reducir el crecimiento del tumor.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, se registraron 1.466 casos nuevos de LPCT en 2018. Este tipo de cáncer es más frecuente en hombres que en mujeres y su incidencia aumenta con la edad. Por otro lado, el CCE es uno de los tipos más comunes de cáncer de piel y su incidencia también ha ido en aumento en los últimos años.
El Pralatrexato se administra por vía intravenosa una vez cada tres semanas. La dosis dependerá del tipo y estadio del cáncer, así como del estado general del paciente. Es importante seguir las indicaciones médicas al pie de la letra para evitar efectos secundarios o complicaciones.
Entre los efectos secundarios más comunes asociados al uso del Pralatrexato se encuentran náuseas, vómitos, diarrea y pérdida temporal del cabello. También puede causar disminución temporal en los niveles sanguíneos de glóbulos blancos y plaquetas. En casos muy raros puede producir reacciones alérgicas graves.
Es importante que los pacientes informen a su médico de cualquier efecto secundario que experimenten durante el tratamiento con Pralatrexato. En algunos casos, se puede ajustar la dosis o cambiar a otro medicamento para minimizar los efectos secundarios.
En resumen, el Pralatrexato es un medicamento utilizado en el tratamiento de ciertos tipos de cáncer como el LPCT y el CCE. Su mecanismo de acción consiste en inhibir la síntesis del ácido tetrahidrofólico necesario para la división celular. Es importante seguir las indicaciones médicas al pie de la letra y reportar cualquier efecto secundario al médico tratante.