La Dactinomicina es un medicamento antineoplásico que se utiliza en el tratamiento de diversos tipos de cáncer, como el sarcoma de Ewing, el rabdomiosarcoma y el tumor de Wilms. Este medicamento pertenece al grupo ATC L01DA01.
La Dactinomicina actúa impidiendo la síntesis del ADN y, por lo tanto, la proliferación celular. Se administra por vía intravenosa y su dosis depende del tipo de cáncer que se esté tratando y del peso del paciente.
En España, según los datos recogidos por la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), en 2019 se dispensaron un total de 1.203 unidades de Dactinomicina. Este medicamento está disponible en presentaciones de 0,5 mg y 1 mg.
La Dactinomicina puede producir efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarrea o pérdida temporal del cabello. También puede afectar a la médula ósea y disminuir los niveles sanguíneos de glóbulos blancos y plaquetas.
Es importante que los pacientes que reciben tratamiento con Dactinomicina sean monitorizados regularmente para detectar posibles efectos secundarios o complicaciones asociadas al uso del medicamento.
Además, debido a su potencial teratogénico (capacidad para producir malformaciones fetales), las mujeres embarazadas no deben recibir tratamiento con este medicamento. En caso de estar en periodo fértil, es recomendable utilizar métodos anticonceptivos eficaces durante el tratamiento con Dactinomicina.
En resumen, la Dactinomicina es un medicamento antineoplásico que se utiliza en el tratamiento de diversos tipos de cáncer. Aunque puede producir efectos secundarios y complicaciones asociadas a su uso, su eficacia en el tratamiento del cáncer ha sido demostrada y su uso está ampliamente extendido en la práctica clínica. Es importante que los pacientes sean monitorizados regularmente durante el tratamiento con este medicamento para detectar posibles efectos secundarios o complicaciones.