El Daratumumab es un medicamento utilizado en el tratamiento del mieloma múltiple, una enfermedad que afecta a las células plasmáticas de la médula ósea. Este fármaco pertenece al grupo ATC L01XC24 y se administra por vía intravenosa.
En España, el mieloma múltiple es una enfermedad poco común pero con una incidencia creciente en los últimos años. Según datos del Registro Español de Mieloma Múltiple (GEM), en 2019 se diagnosticaron más de 4.000 nuevos casos en nuestro país.
El Daratumumab actúa como un anticuerpo monoclonal que se une específicamente a la proteína CD38 presente en las células plasmáticas malignas. Al unirse a esta proteína, el fármaco activa la respuesta inmunitaria del organismo para eliminar estas células cancerosas.
Este medicamento ha demostrado ser eficaz tanto en pacientes recién diagnosticados como en aquellos que han recaído después de recibir otros tratamientos previos. En ensayos clínicos realizados con pacientes con mieloma múltiple recidivante o refractario, el Daratumumab ha mostrado tasas de respuesta superiores al 60%.
Además, este fármaco también ha demostrado mejorar la supervivencia libre de progresión y la supervivencia global de los pacientes tratados con él. En un estudio realizado con pacientes recién diagnosticados, aquellos que recibieron Daratumumab junto con otros medicamentos tuvieron una tasa de respuesta completa superior al 90% y una supervivencia libre de progresión media superior a los 18 meses.
Sin embargo, como ocurre con todos los medicamentos, el Daratumumab también puede producir efectos secundarios. Los más comunes son reacciones relacionadas con la infusión, como fiebre, escalofríos o hipotensión. También se han descrito casos de infecciones respiratorias y reacciones alérgicas.
Por tanto, es importante que los pacientes que reciben este tratamiento sean monitorizados de forma regular por un equipo médico especializado para detectar y tratar cualquier posible complicación.
En resumen, el Daratumumab es un medicamento eficaz en el tratamiento del mieloma múltiple recidivante o refractario. Su uso ha demostrado mejorar la supervivencia libre de progresión y la supervivencia global de los pacientes tratados con él. Sin embargo, como ocurre con todos los medicamentos, puede producir efectos secundarios y su uso debe ser monitorizado por un equipo médico especializado.