El ixazomib es un medicamento antineoplásico que pertenece al grupo ATC L01XX50. Se utiliza en el tratamiento del mieloma múltiple, una enfermedad maligna de la médula ósea.
En España, el mieloma múltiple es una enfermedad poco común, con una incidencia de aproximadamente 4 casos por cada 100.000 habitantes al año. Sin embargo, su prevalencia ha ido en aumento en los últimos años debido a la mejora en los métodos diagnósticos y terapéuticos.
El ixazomib actúa inhibiendo la actividad de las proteasas, unas enzimas que se encargan de degradar las proteínas celulares dañadas o no necesarias. Al bloquear esta actividad, el ixazomib provoca la acumulación de proteínas anormales dentro de las células cancerosas, lo que conduce a su muerte.
El ixazomib se administra por vía oral en forma de cápsulas y se suele combinar con otros medicamentos antineoplásicos como el lenalidomida y la dexametasona. El régimen posológico varía según las características del paciente y su respuesta al tratamiento.
Los estudios clínicos han demostrado que el ixazomib combinado con lenalidomida y dexametasona es eficaz en pacientes con mieloma múltiple recién diagnosticado que no son candidatos a trasplante autólogo de células madre. En estos pacientes, la tasa de respuesta global (es decir, la proporción de pacientes que experimentan una reducción significativa del tamaño del tumor) fue del 78%, mientras que la tasa de supervivencia libre de progresión (es decir, el tiempo que transcurre desde el inicio del tratamiento hasta la progresión de la enfermedad) fue de 26 meses.
En pacientes con mieloma múltiple recurrente o refractario, es decir, aquellos que han recaído después de un tratamiento previo o que no han respondido adecuadamente a él, el ixazomib combinado con lenalidomida y dexametasona también ha demostrado ser eficaz. En estos pacientes, la tasa de respuesta global fue del 60%, mientras que la tasa de supervivencia libre de progresión fue de 14 meses.
El ixazomib es generalmente bien tolerado por los pacientes. Los efectos secundarios más comunes son gastrointestinales, como náuseas, diarrea y vómitos. También puede producir fatiga y disminución del apetito. En raras ocasiones puede provocar reacciones alérgicas graves.
En resumen, el ixazomib es un medicamento antineoplásico eficaz en el tratamiento del mieloma múltiple en combinación con otros fármacos antineoplásicos como la lenalidomida y la dexametasona. Su administración oral lo convierte en una opción cómoda para los pacientes. Aunque puede producir efectos secundarios gastrointestinales y fatiga, su perfil de seguridad es aceptable en general.