El grupo ATC L03 incluye los inmunomoduladores y los inmunosupresores. Los inmunomoduladores son sustancias que estimulan el sistema inmunitario, mientras que los inmunosupresores lo inhiben.
En España, el uso de inmunomoduladores ha aumentado en los últimos años debido a su eficacia en el tratamiento de enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoide y la esclerosis múltiple. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 se dispensaron más de 2 millones de envases de medicamentos pertenecientes al grupo ATC L03.
Los inmunomoduladores más comunes son los interferones y las interleucinas. Los interferones son proteínas producidas por las células del sistema inmunitario en respuesta a una infección viral o bacteriana. Estos medicamentos se utilizan para tratar enfermedades virales como la hepatitis B y C, así como ciertos tipos de cáncer como el melanoma.
Las interleucinas son proteínas producidas por las células del sistema inmunitario que regulan la respuesta inflamatoria. Estos medicamentos se utilizan para tratar enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoide y la psoriasis.
Por otro lado, los inmunosupresores se utilizan para prevenir el rechazo en trasplantes de órganos y tejidos. Estos medicamentos inhiben la respuesta del sistema inmunitario para evitar que ataque al órgano o tejido trasplantado. Los principales grupos terapéuticos dentro de este grupo ATC son los corticoides, los inhibidores de la calcineurina y los inhibidores de la síntesis de purinas.
Los corticoides son hormonas producidas por las glándulas suprarrenales que tienen un efecto antiinflamatorio y supresor del sistema inmunitario. Estos medicamentos se utilizan para tratar enfermedades autoinmunitarias como el lupus y la enfermedad inflamatoria intestinal, así como para prevenir el rechazo en trasplantes.
Los inhibidores de la calcineurina son medicamentos que inhiben una enzima necesaria para activar las células T del sistema inmunitario. Estos medicamentos se utilizan principalmente en trasplantes de órganos sólidos como el riñón, el hígado y el corazón.
Por último, los inhibidores de la síntesis de purinas son medicamentos que impiden la producción de células T y B del sistema inmunitario. Estos medicamentos se utilizan principalmente en trasplantes de médula ósea y en enfermedades autoinmunitarias como la artritis reumatoide.
En conclusión, los inmunomoduladores y los inmunosupresores son grupos terapéuticos importantes dentro del grupo ATC L03. Su uso está ampliamente extendido en España debido a su eficacia en el tratamiento de enfermedades autoinmunitarias y prevención del rechazo en trasplantes. Es importante destacar que estos medicamentos deben ser prescritos por un profesional sanitario cualificado ya que su uso indebido puede tener consecuencias graves para la salud.