El rocuronio bromuro es un fármaco perteneciente al grupo ATC M03AC09, que se utiliza como relajante muscular en procedimientos quirúrgicos. Este medicamento actúa bloqueando la transmisión de los impulsos nerviosos a los músculos, lo que permite al cirujano trabajar con mayor facilidad y seguridad.
En España, el rocuronio bromuro es uno de los relajantes musculares más utilizados en cirugía. Según datos del Ministerio de Sanidad, en el año 2019 se dispensaron más de 1 millón de unidades de este medicamento en todo el país.
El rocuronio bromuro se administra por vía intravenosa y su efecto comienza a notarse entre 60 y 90 segundos después de la administración. La duración del efecto varía según la dosis y las características del paciente, pero suele oscilar entre 30 minutos y una hora.
Este fármaco está contraindicado en pacientes con hipersensibilidad conocida al principio activo o a alguno de los excipientes presentes en la formulación. También debe evitarse su uso en pacientes con enfermedades neuromusculares graves o antecedentes de reacciones alérgicas graves a otros relajantes musculares.
El rocuronio bromuro puede interactuar con otros fármacos que actúan sobre el sistema nervioso central o cardiovascular, por lo que es importante informar al médico o farmacéutico sobre cualquier otro medicamento que esté tomando el paciente antes de iniciar el tratamiento con este fármaco.
En cuanto a los efectos adversos, el rocuronio bromuro puede producir reacciones alérgicas leves como urticaria o prurito, así como reacciones más graves como broncoespasmo o shock anafiláctico. También puede producir hipotensión arterial, taquicardia o arritmias cardíacas en algunos pacientes.
En resumen, el rocuronio bromuro es un fármaco ampliamente utilizado en cirugía como relajante muscular. Aunque su uso está contraindicado en algunos pacientes y puede producir efectos adversos, su eficacia y seguridad están bien establecidas y su administración debe ser siempre supervisada por un profesional sanitario cualificado.