El baclofeno es un fármaco perteneciente al grupo ATC M03BX01, utilizado principalmente como relajante muscular. Se utiliza para tratar espasmos musculares y rigidez en enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple, la parálisis cerebral y la lesión de la médula espinal.
En España, el baclofeno se encuentra disponible en forma de comprimidos de 10 mg y 25 mg. Según datos del Ministerio de Sanidad, en el año 2019 se dispensaron más de 2 millones de envases de baclofeno en las farmacias españolas.
El mecanismo de acción del baclofeno consiste en actuar sobre los receptores GABA-B del sistema nervioso central, lo que produce una disminución en la liberación de neurotransmisores excitatorios y una reducción en la actividad neuronal. Esto resulta en una disminución del tono muscular y una relajación generalizada.
El baclofeno se administra por vía oral y su dosis debe ser individualizada según las necesidades del paciente. Es importante comenzar con dosis bajas e ir aumentando gradualmente hasta alcanzar la dosis óptima para cada caso. La dosis máxima recomendada es de 80 mg al día.
Es importante destacar que el baclofeno puede producir efectos secundarios como somnolencia, mareo, debilidad muscular y sequedad bucal. Por esta razón, se recomienda evitar actividades que requieran atención o coordinación hasta que se conozca cómo afecta el fármaco a cada paciente.
Además, el uso prolongado del baclofeno puede producir tolerancia al fármaco y, en algunos casos, dependencia. Por esta razón, se recomienda no interrumpir el tratamiento de forma abrupta y reducir la dosis gradualmente si se desea suspender el tratamiento.
En resumen, el baclofeno es un fármaco utilizado como relajante muscular en enfermedades neurológicas que producen espasmos musculares y rigidez. Su mecanismo de acción consiste en actuar sobre los receptores GABA-B del sistema nervioso central. Es importante individualizar la dosis según las necesidades del paciente y tener precaución con los efectos secundarios y la posible dependencia al fármaco.