El grupo ATC M05 comprende medicamentos utilizados en el tratamiento de enfermedades óseas. Estos medicamentos se dividen en dos categorías principales: los bisfosfonatos y los moduladores selectivos de los receptores estrogénicos.
Los bisfosfonatos son fármacos que se utilizan para tratar la osteoporosis y otras enfermedades óseas. Actúan inhibiendo la actividad de las células que descomponen el hueso, lo que ayuda a mantener la densidad ósea. Los bisfosfonatos más comunes son el alendronato, el risedronato y el ibandronato.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en España, la osteoporosis afecta a más del 25% de las mujeres mayores de 50 años y alrededor del 6% de los hombres mayores de 50 años. Además, se estima que cada año se producen más de 30.000 fracturas relacionadas con esta enfermedad.
Los moduladores selectivos de los receptores estrogénicos son fármacos que actúan como estrógenos en algunos tejidos (como el hueso) pero no en otros (como el útero). El raloxifeno es un ejemplo comúnmente utilizado para tratar la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas.
Además, existen otros medicamentos utilizados para tratar enfermedades óseas como la teriparatida, un análogo sintético del paratohormona humana que estimula la formación ósea; o el denosumab, un anticuerpo monoclonal utilizado para prevenir fracturas en pacientes con osteoporosis.
Es importante destacar que estos medicamentos pueden tener efectos secundarios y contraindicaciones, por lo que es necesario seguir las indicaciones del médico y leer detenidamente el prospecto antes de su uso.
En cuanto a la administración, algunos bisfosfonatos se toman por vía oral, mientras que otros se administran por vía intravenosa. El raloxifeno también se toma por vía oral. La teriparatida se administra mediante inyección subcutánea diaria y el denosumab mediante inyección subcutánea cada seis meses.
En resumen, los medicamentos del grupo ATC M05 son una herramienta importante en el tratamiento de enfermedades óseas como la osteoporosis. Es fundamental seguir las indicaciones del médico y leer detenidamente el prospecto antes de su uso para evitar efectos secundarios o contraindicaciones. Además, es importante fomentar hábitos saludables como una dieta rica en calcio y vitamina D, así como la práctica regular de ejercicio físico para mantener una buena salud ósea.