El Romosozumab es un medicamento perteneciente al grupo ATC M05BX06, utilizado para tratar la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas y en hombres con alto riesgo de fracturas óseas.
Este fármaco actúa como un anticuerpo monoclonal que inhibe la proteína esclerostina, lo que aumenta la formación ósea y disminuye su degradación. De esta manera, se logra una mayor densidad ósea y se reduce el riesgo de fracturas.
En España, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), la osteoporosis afecta a más del 25% de las mujeres mayores de 50 años y a cerca del 10% de los hombres mayores de 60 años. Además, se estima que cada año se producen más de 25.000 fracturas por fragilidad en nuestro país.
El Romosozumab ha demostrado ser eficaz en la reducción del riesgo de fracturas vertebrales y no vertebrales en estudios clínicos realizados en pacientes con osteoporosis posmenopáusica. En uno de ellos, el estudio FRAME, se observó una reducción del 73% en el riesgo relativo de fracturas vertebrales después de un año de tratamiento con Romosozumab comparado con placebo. Asimismo, también se observó una reducción significativa del riesgo relativo (36%) para las fracturas no vertebrales.
Otro estudio clínico realizado con este fármaco fue el estudio ARCH, donde se evaluó su eficacia en pacientes con alto riesgo de fractura ósea. En este caso, también se observó una reducción significativa del riesgo relativo de fracturas vertebrales y no vertebrales en comparación con placebo.
En cuanto a su seguridad, se han observado efectos secundarios como reacciones en el lugar de la inyección, cefalea y artralgia. También se ha informado de casos raros de osteonecrosis mandibular y atípicas fracturas femorales subtrocanterianas.
Es importante destacar que el Romosozumab debe ser administrado por un profesional sanitario y seguir las indicaciones del médico tratante. Además, es fundamental realizar una evaluación del riesgo individual de fractura ósea antes de iniciar el tratamiento con este fármaco.
En conclusión, el Romosozumab es un medicamento eficaz en la reducción del riesgo de fracturas óseas en pacientes con osteoporosis posmenopáusica y alto riesgo de fractura. Sin embargo, su uso debe ser supervisado por un profesional sanitario y se deben tener en cuenta los posibles efectos secundarios asociados a su administración.