La oxicodona es un analgésico opioide que se utiliza para tratar el dolor moderado a severo. Pertenece al grupo ATC N02AA05 y se administra por vía oral en forma de comprimidos, cápsulas o solución líquida.
En España, la oxicodona es uno de los opioides más utilizados para el tratamiento del dolor crónico no oncológico. Según las estadísticas, en 2019 se dispensaron más de 3 millones de envases de oxicodona en las farmacias españolas.
La oxicodona actúa sobre los receptores opioides mu y kappa del sistema nervioso central, lo que produce una disminución del dolor y una sensación de bienestar. Sin embargo, también puede producir efectos secundarios como náuseas, vómitos, estreñimiento y somnolencia.
Es importante destacar que la oxicodona tiene un alto potencial adictivo y puede causar dependencia física y psicológica si se utiliza durante períodos prolongados. Por esta razón, su uso debe ser supervisado por un médico especialista en el tratamiento del dolor.
La dosis recomendada de oxicodona varía según la intensidad del dolor y la respuesta individual del paciente. En general, se recomienda iniciar el tratamiento con dosis bajas e ir aumentando gradualmente hasta alcanzar la dosis óptima para cada paciente.
En caso de sobredosis por oxicodona, pueden aparecer síntomas como dificultad para respirar, somnolencia extrema e incluso coma. Si esto ocurre, es necesario acudir inmediatamente a un servicio médico de urgencias.
En resumen, la oxicodona es un analgésico opioide que se utiliza para tratar el dolor moderado a severo. Aunque es eficaz para aliviar el dolor, su uso debe ser supervisado por un médico especialista en el tratamiento del dolor debido a su alto potencial adictivo y los posibles efectos secundarios. Siempre se debe seguir la dosis recomendada y acudir a un servicio médico de urgencias en caso de sobredosis.