La rufinamida es un medicamento antiepiléptico perteneciente al grupo ATC N03AF03. Se utiliza en el tratamiento de la epilepsia, especialmente en pacientes con síndrome de Lennox-Gastaut.
En España, la prevalencia de la epilepsia es del 0,8% y se estima que afecta a unas 400.000 personas. De estas, aproximadamente el 10% tienen síndrome de Lennox-Gastaut. La rufinamida se ha demostrado eficaz en el control de las crisis epilépticas en estos pacientes.
La rufinamida actúa inhibiendo la liberación del neurotransmisor glutamato, que está implicado en la generación de las crisis epilépticas. Además, también puede aumentar la actividad del neurotransmisor GABA, que tiene un efecto inhibidor sobre las neuronas.
La dosis recomendada de rufinamida varía según el peso corporal del paciente y su edad. En general, se recomienda iniciar con una dosis baja e ir aumentando gradualmente hasta alcanzar la dosis óptima para cada paciente.
Los efectos secundarios más comunes asociados al uso de rufinamida son náuseas, vómitos y somnolencia. También puede producir mareos y problemas de coordinación motora. En casos raros, se han descrito reacciones alérgicas graves como erupciones cutáneas o hinchazón facial.
Es importante tener en cuenta que la rufinamida puede interactuar con otros medicamentos utilizados para tratar la epilepsia o con algunos medicamentos utilizados para tratar otras enfermedades. Por lo tanto, es importante informar al médico de todos los medicamentos que esté tomando antes de iniciar el tratamiento con rufinamida.
En general, la rufinamida se considera un medicamento seguro y eficaz para el tratamiento de la epilepsia en pacientes con síndrome de Lennox-Gastaut. Sin embargo, como con cualquier medicamento, es importante seguir las recomendaciones del médico y reportar cualquier efecto secundario o problema durante el tratamiento.
En resumen, la rufinamida es un medicamento antiepiléptico utilizado en el tratamiento del síndrome de Lennox-Gastaut. Actúa inhibiendo la liberación del neurotransmisor glutamato y aumentando la actividad del neurotransmisor GABA. La dosis recomendada varía según el peso corporal y edad del paciente. Los efectos secundarios más comunes son náuseas, vómitos y somnolencia. Es importante informar al médico sobre todos los medicamentos que se estén tomando antes de iniciar el tratamiento con rufinamida.