La pregabalina es un fármaco perteneciente al grupo ATC N03AX16, utilizado principalmente para tratar la epilepsia y el dolor neuropático. También se ha demostrado su eficacia en el tratamiento del trastorno de ansiedad generalizada.
En España, la pregabalina está disponible en forma de cápsulas de 25 mg, 50 mg, 75 mg, 100 mg, 150 mg y 300 mg. Según los datos recopilados por el Ministerio de Sanidad en 2019, se dispensaron más de 5 millones de envases de pregabalina en todo el país.
La pregabalina actúa sobre los canales de calcio dependientes del voltaje en las terminales nerviosas presinápticas. Al reducir la liberación de neurotransmisores excitatorios como el glutamato y la sustancia P, disminuye la actividad neuronal anormal que puede causar convulsiones y dolor neuropático.
En estudios clínicos realizados en pacientes con epilepsia parcial o dolor neuropático periférico, se ha demostrado que la pregabalina es efectiva para reducir tanto la frecuencia como la intensidad de las crisis epilépticas y el dolor neuropático. Además, también se ha observado una mejora significativa en los síntomas del trastorno de ansiedad generalizada.
Aunque generalmente bien tolerada por los pacientes, algunos efectos secundarios comunes incluyen mareos, somnolencia y aumento de peso. También puede producirse edema periférico (hinchazón) como resultado del aumento del flujo sanguíneo a través del sistema linfático.
Es importante destacar que la pregabalina puede ser adictiva y su uso prolongado puede llevar a la dependencia. Por esta razón, se recomienda que los pacientes sigan estrictamente las indicaciones de su médico y no excedan la dosis prescrita.
En resumen, la pregabalina es un fármaco efectivo para el tratamiento de la epilepsia, el dolor neuropático y el trastorno de ansiedad generalizada. Aunque puede producir efectos secundarios, su uso bajo supervisión médica adecuada puede mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes que sufren estas condiciones.