La prociclidina es un fármaco anticolinérgico utilizado en el tratamiento de la enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento. Pertenece al grupo ATC N04AA04.
En España, la prevalencia de la enfermedad de Parkinson es del 1,7% en personas mayores de 65 años. La prociclidina se utiliza como tratamiento adyuvante en pacientes con síntomas extrapiramidales inducidos por medicamentos antipsicóticos.
La prociclidina actúa bloqueando los receptores muscarínicos en el sistema nervioso central, lo que reduce los efectos secundarios extrapiramidales y mejora los síntomas motores en pacientes con enfermedad de Parkinson.
La dosis recomendada para adultos es de 5 a 10 mg tres veces al día. La dosis puede ajustarse según la respuesta del paciente y la tolerabilidad del fármaco.
La prociclidina puede causar efectos secundarios como sequedad bucal, visión borrosa, estreñimiento y retención urinaria. Estos efectos secundarios son comunes en medicamentos anticolinérgicos y pueden ser tratados con medidas sintomáticas o reduciendo la dosis del fármaco.
Se recomienda precaución al administrar prociclidina a pacientes con glaucoma, obstrucción intestinal o hipertrofia prostática. También se debe tener precaución al administrar este fármaco a pacientes con demencia debido a un mayor riesgo de confusión y agitación.
La prociclidina puede interactuar con otros medicamentos que afectan el sistema nervioso central, como los antidepresivos tricíclicos y los benzodiazepinas. También puede interactuar con medicamentos que afectan el ritmo cardíaco, como los betabloqueantes.
En general, la prociclidina es un fármaco seguro y eficaz para el tratamiento de los síntomas extrapiramidales en pacientes con enfermedad de Parkinson y otros trastornos del movimiento. Sin embargo, se deben tomar precauciones al administrar este fármaco a pacientes con ciertas condiciones médicas o que toman otros medicamentos que pueden interactuar con la prociclidina.