El Lorazepam es un medicamento que pertenece al grupo ATC N05BA06 y se utiliza para tratar trastornos de ansiedad y síntomas asociados a la abstinencia del alcohol. Este fármaco actúa sobre el sistema nervioso central, produciendo un efecto sedante, ansiolítico y anticonvulsivante.
En España, el Lorazepam es uno de los medicamentos más prescritos para tratar la ansiedad. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 se dispensaron más de 2 millones de envases de Lorazepam en las farmacias españolas.
Este medicamento se presenta en forma de comprimidos y solución oral. La dosis recomendada varía según la patología a tratar y las características individuales del paciente. En general, se recomienda iniciar el tratamiento con una dosis baja e ir aumentando gradualmente hasta alcanzar la dosis óptima.
El Lorazepam tiene un rápido inicio de acción, lo que lo convierte en una opción útil para el tratamiento a corto plazo de los síntomas agudos de ansiedad. Sin embargo, su uso prolongado puede llevar a dependencia física y psicológica, por lo que se recomienda limitar su uso a periodos cortos.
Además, el Lorazepam puede producir efectos secundarios como somnolencia, mareo o dificultad para concentrarse. Por esta razón, no se recomienda conducir vehículos ni realizar actividades que requieran atención hasta que no se conozca cómo afecta este medicamento al paciente.
Es importante destacar que el Lorazepam debe ser utilizado bajo supervisión médica y nunca debe ser compartido con otras personas ni interrumpido bruscamente sin consultar al médico. La interrupción abrupta del tratamiento puede producir síntomas de abstinencia, como ansiedad, insomnio o convulsiones.
En resumen, el Lorazepam es un medicamento útil para el tratamiento de la ansiedad y otros trastornos relacionados con el sistema nervioso central. Sin embargo, su uso debe ser limitado a periodos cortos y siempre bajo supervisión médica. Es importante seguir las indicaciones del médico y no compartir este medicamento con otras personas.