La trazodona es un fármaco perteneciente al grupo ATC N06AX05, utilizado principalmente como antidepresivo. Se ha demostrado que su mecanismo de acción se basa en la inhibición de la recaptación de serotonina y en la antagonización de los receptores 5-HT2A y 5-HT2C.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la trazodona fue prescrita en el año 2019 a más de 300.000 pacientes, lo que representa un aumento del 6% respecto al año anterior.
La trazodona se utiliza para el tratamiento de la depresión mayor y otros trastornos del estado de ánimo como el trastorno bipolar. También se ha utilizado con éxito para el tratamiento del insomnio crónico, ya que tiene propiedades sedantes.
Es importante destacar que la trazodona puede tener efectos secundarios como somnolencia, mareo o náuseas. Además, puede interactuar con otros medicamentos como los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) o los antipsicóticos atípicos.
Por otro lado, algunos estudios han sugerido que la trazodona podría tener un efecto beneficioso en el tratamiento del dolor crónico. En estos casos se utiliza a dosis más bajas que las utilizadas para el tratamiento antidepresivo.
En cuanto a su perfil farmacocinético, se sabe que después de su administración oral alcanza su concentración máxima en sangre entre una y dos horas después. Su vida media es relativamente corta (entre cinco y nueve horas), por lo que debe administrarse varias veces al día para mantener una concentración terapéutica estable.
En resumen, la trazodona es un fármaco antidepresivo que se utiliza ampliamente en España y que ha demostrado ser eficaz en el tratamiento de la depresión mayor y otros trastornos del estado de ánimo. También puede ser útil en el tratamiento del insomnio crónico y del dolor crónico. Sin embargo, es importante tener en cuenta sus posibles efectos secundarios y su interacción con otros medicamentos.