La vareniclina es un fármaco utilizado para ayudar a dejar de fumar. Pertenece al grupo ATC N07BA03 y actúa en el cerebro, donde se une a los receptores nicotínicos de acetilcolina y los activa parcialmente, lo que reduce la necesidad de fumar y disminuye los síntomas de abstinencia.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en 2019 se dispensaron más de 1.2 millones de envases de vareniclina en las farmacias comunitarias. Además, según una revisión sistemática realizada por el Centro Cochrane Iberoamericano, la vareniclina es más efectiva que otros tratamientos para dejar de fumar como la terapia sustitutiva con nicotina o el bupropión.
La dosis recomendada es comenzar con una dosis baja durante los primeros tres días (0.5 mg una vez al día) y luego aumentar gradualmente hasta alcanzar la dosis recomendada (1 mg dos veces al día) durante los siguientes cuatro días. El tratamiento debe continuar durante un total de 12 semanas.
Es importante tener en cuenta que la vareniclina puede causar efectos secundarios como náuseas, insomnio y cambios en el estado de ánimo. En casos raros, también puede provocar pensamientos suicidas o comportamientos agresivos. Por esta razón, se recomienda supervisión médica durante todo el tratamiento.
Además del uso clínico para dejar de fumar, algunos estudios han investigado su posible utilidad en otras condiciones psiquiátricas como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) y la esquizofrenia. Sin embargo, aún se necesitan más estudios para confirmar su eficacia en estas áreas.
En resumen, la vareniclina es un fármaco efectivo para ayudar a dejar de fumar y es ampliamente utilizado en España. Sin embargo, debe ser prescrito y supervisado por un profesional médico debido a sus posibles efectos secundarios.