El levofloxacino es un antibiótico de la familia de las fluoroquinolonas, utilizado para tratar infecciones bacterianas en diferentes partes del cuerpo. Se encuentra dentro del grupo ATC S01AE05.
Este medicamento actúa inhibiendo la enzima ADN girasa, lo que impide la replicación del ADN bacteriano y, por tanto, su crecimiento y proliferación. Es efectivo contra una amplia variedad de bacterias grampositivas y gramnegativas.
En España, el levofloxacino se encuentra disponible en diferentes presentaciones: comprimidos recubiertos de 250 mg, 500 mg o 750 mg; solución inyectable de 5 mg/ml; y solución oftálmica al 0,5%.
El levofloxacino se utiliza para tratar infecciones respiratorias como neumonía adquirida en la comunidad, exacerbaciones agudas de bronquitis crónica y sinusitis aguda. También es eficaz contra infecciones urinarias complicadas o no complicadas, prostatitis bacteriana crónica y pielonefritis aguda.
Además, el levofloxacino puede ser útil en el tratamiento de infecciones gastrointestinales como diarrea del viajero causada por E. coli enterotoxigénica y shigelosis. También se ha utilizado con éxito para tratar infecciones óseas y articulares.
Es importante destacar que el uso excesivo e indiscriminado de antibióticos puede contribuir al desarrollo de resistencia bacteriana. Por lo tanto, se recomienda utilizar el levofloxacino solo cuando sea necesario y bajo prescripción médica.
En cuanto a los efectos secundarios, el levofloxacino puede causar náuseas, diarrea, dolor abdominal y cefalea. También se han reportado casos de tendinitis y ruptura de tendones en pacientes tratados con fluoroquinolonas, por lo que se recomienda precaución en personas con antecedentes de lesiones tendinosas.
En resumen, el levofloxacino es un antibiótico eficaz para tratar diversas infecciones bacterianas en diferentes partes del cuerpo. Sin embargo, su uso debe ser prudente y bajo prescripción médica para evitar el desarrollo de resistencia bacteriana y minimizar los posibles efectos secundarios.