Los parasimpaticomiméticos son un grupo de fármacos utilizados en la terapia del glaucoma, una enfermedad ocular que se caracteriza por el aumento de la presión intraocular. El grupo ATC S01EB engloba a los fármacos que actúan sobre el sistema nervioso parasimpático, produciendo una disminución de la presión intraocular.
En España, el glaucoma es una enfermedad muy prevalente, afectando a más de 1 millón de personas. Se estima que el 2% de la población mayor de 40 años padece esta patología y su incidencia aumenta con la edad. Además, es una enfermedad crónica y progresiva que puede llevar a la ceguera si no se trata adecuadamente.
Los parasimpaticomiméticos actúan sobre los receptores muscarínicos del músculo ciliar y del esfínter pupilar, produciendo una constricción pupilar y un aumento en el flujo acuoso hacia las venas episclerales. Esto reduce la presión intraocular al disminuir la producción y aumentar el drenaje del humor acuoso.
Entre los fármacos más utilizados en esta terapia se encuentran la pilocarpina y la carbachol. La pilocarpina es un agonista directo de los receptores muscarínicos mientras que la carbachol tiene una acción mixta sobre los receptores nicotínicos y muscarínicos.
La administración de estos fármacos puede ser tópica o sistémica. En general, se prefieren las formulaciones tópicas debido a su menor incidencia de efectos secundarios sistémicos. Sin embargo, en algunos casos puede ser necesario utilizar la vía sistémica para conseguir un control adecuado de la presión intraocular.
Entre los efectos secundarios más comunes de estos fármacos se encuentran la miosis, visión borrosa, cefalea y dolor ocular. También pueden producirse efectos secundarios sistémicos como sudoración, náuseas y vómitos.
Es importante tener en cuenta que estos fármacos no son adecuados para todos los pacientes con glaucoma. En algunos casos, como en el glaucoma de ángulo cerrado o en pacientes con antecedentes de enfermedades cardiovasculares, pueden estar contraindicados.
En resumen, los parasimpaticomiméticos son una opción terapéutica útil en el tratamiento del glaucoma. Su mecanismo de acción produce una disminución significativa de la presión intraocular y su uso está ampliamente extendido en España. Sin embargo, es importante tener en cuenta sus posibles efectos secundarios y contraindicaciones antes de su administración.