El grupo ATC S01HA comprende los anestésicos locales oftálmicos, los cuales son utilizados en procedimientos quirúrgicos y diagnósticos de la región ocular. Estos fármacos actúan bloqueando la conducción nerviosa y produciendo una pérdida temporal de la sensibilidad en el área donde se aplican.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, el uso de anestésicos locales oftálmicos ha aumentado en los últimos años. En 2018 se dispensaron más de 1 millón de envases, lo que representa un incremento del 6% respecto al año anterior.
Entre los anestésicos locales oftálmicos más utilizados se encuentran la lidocaína y la bupivacaína. La lidocaína es un agente anestésico rápido y eficaz que se utiliza comúnmente para procedimientos cortos como extracciones corneales o suturas. Por su parte, la bupivacaína tiene una duración prolongada de acción y se utiliza para procedimientos más largos como cirugías intraoculares.
Es importante destacar que estos fármacos pueden tener efectos secundarios como irritación ocular, lagrimeo excesivo o visión borrosa temporal. Además, su uso inadecuado puede producir complicaciones graves como perforación ocular o ceguera transitoria.
Por esta razón, es fundamental que los profesionales sanitarios que administran estos fármacos estén capacitados para su correcta aplicación y monitorización durante el procedimiento quirúrgico o diagnóstico.
En cuanto a las contraindicaciones, no deben ser administrados en pacientes con hipersensibilidad conocida a los anestésicos locales o en aquellos con enfermedades oculares graves como glaucoma o queratitis herpética.
En resumen, los anestésicos locales oftálmicos son una herramienta importante en la práctica oftalmológica para reducir el dolor y la incomodidad del paciente durante procedimientos quirúrgicos y diagnósticos. Sin embargo, su uso debe ser cuidadoso y supervisado por profesionales sanitarios capacitados para evitar complicaciones graves.