Los coloreantes oftálmicos son sustancias que se utilizan en la oftalmología para teñir diferentes estructuras oculares y facilitar su visualización durante los procedimientos quirúrgicos. El grupo ATC S01JA incluye diferentes tipos de coloreantes oftálmicos, como el azul de tripano, el verde de indocianina y la fluoresceína.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en el año 2019 se comercializaron un total de 1.215 unidades de productos oftálmicos que contenían algún tipo de coloreante. De estas unidades, un 45% correspondieron a productos que contenían fluoresceína, mientras que un 30% eran productos con azul de tripano y un 25% con verde de indocianina.
El uso más común de los coloreantes oftálmicos es en cirugías intraoculares como la extracción del cristalino o la reparación del desprendimiento de retina. En estos procedimientos, los cirujanos pueden utilizar diferentes técnicas para aplicar los coloreantes sobre las estructuras oculares a teñir. Por ejemplo, la fluoresceína se puede administrar por vía intravenosa para teñir la coroides y así facilitar la visualización durante una angiografía.
Además del uso quirúrgico, algunos tipos de coloreantes oftálmicos también se utilizan en pruebas diagnósticas como la gonioscopia o para evaluar lesiones corneales. En estos casos, el médico aplica una pequeña cantidad del producto sobre el ojo del paciente y observa su efecto sobre las estructuras oculares.
Aunque los coloreantes oftálmicos son en general seguros y bien tolerados, pueden producir efectos secundarios en algunos pacientes. Por ejemplo, la fluoresceína puede causar una sensación de ardor o picor en el ojo, mientras que el azul de tripano puede producir una coloración temporal de la piel alrededor del ojo.
En resumen, los coloreantes oftálmicos son sustancias muy útiles en la oftalmología para facilitar la visualización de diferentes estructuras oculares durante procedimientos quirúrgicos y pruebas diagnósticas. Aunque su uso es seguro y bien tolerado en general, es importante que los médicos conozcan sus posibles efectos secundarios y sigan las recomendaciones del fabricante para su correcta administración.