La hidrocortisona es un corticoide sintético que se utiliza para tratar una variedad de afecciones inflamatorias y alérgicas. En combinación con los antiinfecciosos, se utiliza para tratar infecciones de la piel y las mucosas.
La hidrocortisona actúa reduciendo la inflamación y el enrojecimiento de la piel, lo que ayuda a aliviar el dolor y la picazón. Los antiinfecciosos, por su parte, combaten las bacterias o los hongos que causan la infección.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en 2019 se dispensaron más de 1 millón de envases de medicamentos que contenían hidrocortisona asociada a antiinfecciosos. La mayoría de estos medicamentos se dispensaron en farmacias comunitarias.
Entre las indicaciones más comunes para el uso de hidrocortisona asociada a antiinfecciosos se encuentran las infecciones cutáneas como impétigo o dermatitis infectadas. También puede utilizarse en casos de infecciones vaginales como vaginitis bacteriana o micótica.
Es importante tener en cuenta que este tipo de medicamentos deben ser prescritos por un médico y utilizados siguiendo sus instrucciones. Además, no deben utilizarse durante períodos prolongados sin supervisión médica ya que pueden producir efectos secundarios como adelgazamiento de la piel o aumento del riesgo de infecciones.
En cuanto a su forma farmacéutica, la hidrocortisona asociada a antiinfecciosos suele presentarse en forma de crema o pomada para aplicación tópica. Se recomienda aplicar una capa fina sobre la zona afectada dos o tres veces al día, dependiendo de la indicación y la gravedad de la infección.
En resumen, la hidrocortisona asociada a antiinfecciosos es un medicamento eficaz para tratar infecciones cutáneas y vaginales. Su uso debe ser supervisado por un médico y no debe prolongarse más de lo necesario para evitar efectos secundarios. En España, es uno de los medicamentos más dispensados en farmacias comunitarias para este tipo de afecciones.