La deferoxamina es un fármaco utilizado en el tratamiento de la sobrecarga de hierro en el cuerpo, especialmente en pacientes con hemocromatosis y talasemia. Pertenece al grupo ATC V03AC01.
La deferoxamina actúa uniéndose al hierro libre en el cuerpo y formando un complejo que se excreta por la orina. Esto ayuda a reducir los niveles de hierro en el cuerpo y prevenir daños a los órganos vitales como el hígado, corazón y páncreas.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la prevalencia de hemocromatosis hereditaria es del 0.5% en la población general. Esta enfermedad se caracteriza por una absorción excesiva de hierro por parte del intestino, lo que puede llevar a una sobrecarga de hierro en diferentes órganos del cuerpo.
La talasemia también puede causar una acumulación excesiva de hierro debido a la necesidad constante de transfusiones sanguíneas para tratar esta enfermedad hematológica. Según datos del Registro Español de Talasemias, se estima que hay alrededor de 4.000 pacientes con talasemia mayor en España.
La deferoxamina se administra por vía intravenosa o subcutánea bajo supervisión médica. La dosis varía según la edad del paciente y su peso corporal, así como según los niveles individuales de hierro sérico.
Entre los efectos secundarios más comunes asociados con el uso de deferoxamina se incluyen dolor e inflamación en el sitio de inyección, náuseas, vómitos, diarrea y fiebre. También se han reportado casos raros de reacciones alérgicas graves.
Es importante que los pacientes que reciben tratamiento con deferoxamina sean monitoreados regularmente para evaluar su respuesta al tratamiento y detectar posibles efectos secundarios. Además, se recomienda que los pacientes eviten el consumo excesivo de alcohol y alimentos ricos en hierro para ayudar a reducir la sobrecarga de hierro en el cuerpo.
En resumen, la deferoxamina es un fármaco importante en el tratamiento de la sobrecarga de hierro en pacientes con hemocromatosis y talasemia. Su uso debe ser supervisado por un médico y los pacientes deben ser monitoreados regularmente para detectar posibles efectos secundarios.