El grupo ATC A10BD05 comprende la combinación de dos fármacos antidiabéticos: metformina y pioglitazona. Estos medicamentos actúan de manera complementaria para controlar los niveles de glucosa en sangre en pacientes con diabetes tipo 2.
La metformina es un agente hipoglucemiante que reduce la producción hepática de glucosa y mejora la sensibilidad a la insulina en los tejidos periféricos. Por otro lado, la pioglitazona es un agonista del receptor PPAR-gamma que aumenta la sensibilidad a la insulina en el hígado, músculo y tejido adiposo.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el uso combinado de metformina y pioglitazona ha ido en aumento en los últimos años. En 2019 se dispensaron más de 2 millones de envases de estos medicamentos juntos, lo que representa un incremento del 5% respecto al año anterior.
La combinación A10BD05 está indicada para pacientes con diabetes tipo 2 que no logran controlar sus niveles de glucosa con monoterapia o aquellos que presentan contraindicaciones o intolerancia a otros fármacos antidiabéticos. Se recomienda su uso como parte integral del tratamiento junto con cambios en el estilo de vida como dieta saludable y ejercicio físico regular.
Es importante destacar que esta combinación puede tener efectos secundarios como edema periférico, aumento del riesgo cardiovascular y fracturas óseas. Por ello, se debe evaluar cuidadosamente su uso en pacientes con antecedentes cardiovasculares o enfermedades óseas.
En cuanto a la dosificación, la combinación A10BD05 se presenta en diferentes concentraciones de metformina y pioglitazona. La dosis recomendada varía según las necesidades individuales del paciente y su respuesta al tratamiento. Es importante seguir las indicaciones del médico y no ajustar la dosis por cuenta propia.
En resumen, el grupo ATC A10BD05 es una combinación de metformina y pioglitazona que actúa de manera complementaria para controlar los niveles de glucosa en sangre en pacientes con diabetes tipo 2. Su uso ha ido en aumento en España en los últimos años, pero se debe evaluar cuidadosamente su uso en pacientes con antecedentes cardiovasculares o enfermedades óseas debido a sus posibles efectos secundarios. La dosificación debe ser individualizada y supervisada por un profesional sanitario.