La glicina es un aminoácido no esencial que se encuentra en proteínas y otros compuestos biológicos. En el grupo ATC B05CX03, la glicina se utiliza como agente alcalinizante para corregir la acidosis metabólica en pacientes con insuficiencia renal.
En España, la prevalencia de insuficiencia renal crónica ha aumentado en los últimos años, afectando a más del 10% de la población adulta. La acidosis metabólica es una complicación común en estos pacientes y puede tener efectos negativos sobre el sistema cardiovascular, neurológico y óseo.
La glicina se administra por vía intravenosa y actúa como un tampón alcalino para neutralizar el exceso de ácido en el cuerpo. Se ha demostrado que la administración de glicina mejora los niveles de bicarbonato sérico y reduce los niveles de ácido láctico en pacientes con insuficiencia renal crónica.
Además, la glicina tiene propiedades antioxidantes y antiinflamatorias que pueden ser beneficiosas para los pacientes con enfermedad renal. Se ha demostrado que reduce la producción de especies reactivas del oxígeno y disminuye la inflamación sistémica.
Aunque la glicina es generalmente bien tolerada, puede causar efectos secundarios como náuseas, vómitos e hipotensión arterial. Por lo tanto, su uso debe ser supervisado por un médico experimentado y ajustarse según las necesidades individuales del paciente.
En resumen, el uso de glicina como agente alcalinizante es una opción terapéutica importante para corregir la acidosis metabólica en pacientes con insuficiencia renal crónica. Además, sus propiedades antioxidantes y antiinflamatorias pueden proporcionar beneficios adicionales para estos pacientes. Sin embargo, su uso debe ser cuidadosamente monitoreado para evitar efectos secundarios no deseados.