Los glicósidos cardíacos son un grupo de medicamentos utilizados en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca. Dentro del grupo ATC C01A, se encuentran los glicósidos cardíacos digitálicos, que son los más utilizados en la práctica clínica.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, en 2019 se dispensaron más de 2 millones de envases de medicamentos pertenecientes al grupo ATC C01A. De estos, el 97% correspondieron a glicósidos cardíacos digitálicos.
Los glicósidos cardíacos digitálicos actúan aumentando la fuerza y la eficacia del corazón para bombear sangre. Esto se debe a que estos fármacos inhiben una enzima llamada Na+/K+ ATPasa que se encuentra en las células musculares del corazón. Al inhibir esta enzima, los niveles intracelulares de calcio aumentan y esto provoca una mayor contracción del músculo cardiaco.
Además de su efecto inotrópico positivo (aumento de la fuerza contráctil), los glicósidos cardíacos digitálicos también tienen un efecto cronotrópico negativo (disminución de la frecuencia cardiaca). Esto se debe a que estos fármacos actúan sobre el nodo sinusal (marcapasos natural del corazón) disminuyendo su actividad eléctrica y reduciendo así la frecuencia cardiaca.
Es importante destacar que los glicósidos cardíacos digitálicos tienen un estrecho margen terapéutico. Esto significa que la dosis adecuada para obtener el efecto terapéutico deseado está muy próxima a la dosis tóxica. Por esta razón, es fundamental que se utilicen bajo supervisión médica y que se ajusten las dosis en función de la respuesta del paciente.
Los glicósidos cardíacos digitálicos pueden producir efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal y alteraciones visuales. Estos efectos secundarios suelen aparecer cuando los niveles plasmáticos de estos fármacos son elevados. En casos graves, pueden producirse arritmias cardiacas e incluso intoxicación digitálica.
En resumen, los glicósidos cardíacos digitálicos son un grupo de medicamentos ampliamente utilizados en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca. Su mecanismo de acción se basa en aumentar la fuerza contráctil del corazón y disminuir su frecuencia cardiaca. Sin embargo, su estrecho margen terapéutico hace necesario un seguimiento médico riguroso para evitar efectos secundarios y complicaciones graves.