El nadolol es un medicamento que pertenece al grupo de los betabloqueantes selectivos. Su código ATC es C07AA12 y se utiliza principalmente para tratar la hipertensión arterial y la angina de pecho.
Este fármaco actúa bloqueando los receptores beta-adrenérgicos, lo que disminuye la frecuencia cardíaca y reduce la fuerza de contracción del corazón. De esta manera, se consigue reducir la presión arterial y disminuir el consumo de oxígeno del corazón.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en el año 2019 se dispensaron más de 1 millón de envases de nadolol. Esto supone un aumento del 2% respecto al año anterior.
El nadolol se presenta en forma de comprimidos para administración oral. La dosis recomendada varía según la patología a tratar y las características individuales del paciente. En general, se recomienda iniciar el tratamiento con una dosis baja e ir aumentándola gradualmente hasta alcanzar la dosis óptima para cada paciente.
Entre los efectos secundarios más comunes del nadolol se encuentran: fatiga, mareos, náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. También puede producir efectos secundarios menos frecuentes pero más graves como: insuficiencia cardíaca congestiva o broncoespasmo en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Es importante destacar que el nadolol no debe ser suspendido bruscamente ya que esto puede provocar un empeoramiento repentino de la enfermedad cardiovascular que está siendo tratada.
En cuanto a las contraindicaciones, el nadolol está contraindicado en pacientes con bradicardia sinusal, bloqueo auriculoventricular de segundo o tercer grado, insuficiencia cardíaca no controlada y shock cardiogénico.
En resumen, el nadolol es un fármaco eficaz para tratar la hipertensión arterial y la angina de pecho. Sin embargo, su uso debe ser supervisado por un médico y se deben tener en cuenta las posibles interacciones con otros medicamentos que esté tomando el paciente. Además, es importante seguir las recomendaciones del médico respecto a la dosificación y no suspender el tratamiento bruscamente.