Los betabloqueantes son medicamentos que actúan bloqueando los receptores beta-adrenérgicos en el corazón y otros órganos. El grupo ATC C07A se refiere a los betabloqueantes solos, es decir, aquellos que no contienen otros principios activos.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en 2019 se dispensaron más de 30 millones de envases de betabloqueantes solos. Esto representa un gasto total de más de 100 millones de euros.
Los betabloqueantes solos se utilizan principalmente para tratar la hipertensión arterial y la angina de pecho. También pueden ser útiles en el tratamiento del infarto agudo de miocardio y la insuficiencia cardíaca crónica.
Entre los betabloqueantes solos disponibles en España se encuentran el propranolol, el metoprolol, el atenolol y el bisoprolol. Estos medicamentos tienen diferentes perfiles farmacológicos y pueden ser más o menos adecuados para cada paciente según sus características individuales.
El propranolol es un betabloqueante no selectivo que bloquea tanto los receptores beta-1 como los beta-2. Se utiliza principalmente para tratar la hipertensión arterial, la angina de pecho y las arritmias cardíacas. También puede ser útil en el tratamiento del temblor esencial y la migraña.
El metoprolol es un betabloqueante selectivo que bloquea principalmente los receptores beta-1. Se utiliza principalmente para tratar la hipertensión arterial, la angina de pecho y el infarto agudo de miocardio. También puede ser útil en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca crónica.
El atenolol es un betabloqueante selectivo que bloquea principalmente los receptores beta-1. Se utiliza principalmente para tratar la hipertensión arterial y la angina de pecho. También puede ser útil en el tratamiento del infarto agudo de miocardio y la prevención de migrañas.
El bisoprolol es un betabloqueante selectivo que bloquea principalmente los receptores beta-1. Se utiliza principalmente para tratar la hipertensión arterial y la insuficiencia cardíaca crónica. También puede ser útil en el tratamiento de la angina de pecho y el infarto agudo de miocardio.
Los betabloqueantes solos pueden tener efectos secundarios, como bradicardia, hipotensión, fatiga, mareo y disfunción sexual. Es importante que los pacientes informen a su médico si experimentan alguno de estos síntomas.
En conclusión, los betabloqueantes solos son medicamentos ampliamente utilizados en España para tratar diversas enfermedades cardiovasculares. Es importante que cada paciente sea evaluado individualmente para determinar qué medicamento es más adecuado para él o ella. Además, se deben tomar medidas para minimizar los efectos secundarios potenciales y garantizar una buena adherencia al tratamiento.