El gemfibrozilo es un medicamento que pertenece al grupo ATC C10AB04 y se utiliza para reducir los niveles de lípidos en sangre, especialmente los triglicéridos. Este fármaco actúa disminuyendo la producción de triglicéridos en el hígado y aumentando su eliminación a través del sistema digestivo.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, el gemfibrozilo es uno de los medicamentos más prescritos para el tratamiento de la hipertrigliceridemia. En 2018 se dispensaron más de 1 millón de envases de este fármaco en las farmacias españolas.
El gemfibrozilo se administra por vía oral en forma de comprimidos recubiertos con película. La dosis recomendada es de 600 mg al día divididos en dos tomas. Es importante tomar este medicamento con las comidas para evitar posibles efectos secundarios gastrointestinales.
Entre los efectos secundarios más comunes del gemfibrozilo se encuentran molestias gastrointestinales como náuseas, vómitos o diarrea. También puede producir dolor muscular o debilidad, aunque estos síntomas son poco frecuentes.
Este medicamento está contraindicado en pacientes con enfermedad hepática o renal grave, así como en aquellos que presenten hipersensibilidad conocida al principio activo o a alguno de los excipientes del comprimido.
Es importante tener precaución al administrar gemfibrozilo junto con otros fármacos que puedan aumentar el riesgo de miopatía (enfermedad muscular) como las estatinas. En estos casos, se recomienda realizar controles periódicos de la función muscular y ajustar las dosis de los medicamentos si es necesario.
En resumen, el gemfibrozilo es un fármaco ampliamente utilizado en España para el tratamiento de la hipertrigliceridemia. Aunque suele ser bien tolerado, es importante tener en cuenta sus posibles efectos secundarios y contraindicaciones antes de su administración. Como siempre, se recomienda seguir las indicaciones del médico o farmacéutico y no automedicarse.