La Clorhexidina es un agente antiséptico ampliamente utilizado en la industria farmacéutica y médica. Se encuentra dentro del grupo ATC D08AC02 y se utiliza principalmente para prevenir infecciones bacterianas en la piel y las mucosas.
En España, la Clorhexidina es uno de los antisépticos más utilizados en hospitales y clínicas. Según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, se registraron más de 3 millones de unidades vendidas en el año 2019.
La Clorhexidina actúa sobre las membranas celulares bacterianas, alterando su permeabilidad y provocando su muerte. Además, tiene una acción residual prolongada que permite mantener una protección antimicrobiana durante varias horas después de su aplicación.
Se presenta en diferentes formas farmacéuticas como soluciones acuosas al 0,05% o al 2%, geles dentales al 0,12% o al 1%, champús al 4% o cremas tópicas al 1%. La elección del formato dependerá del tipo de infección a tratar y la zona afectada.
La Clorhexidina también se utiliza como coadyuvante en el tratamiento periodontal. En este caso se aplica mediante irrigación subgingival para reducir la inflamación gingival y mejorar la higiene bucal.
Es importante destacar que aunque la Clorhexidina es un agente muy efectivo contra las bacterias grampositivas y gramnegativas, no tiene actividad contra virus ni hongos. Por lo tanto, no debe utilizarse como único tratamiento para infecciones virales o fúngicas.
En cuanto a los efectos secundarios, la Clorhexidina puede causar irritación local en la piel y las mucosas. En algunos casos se han reportado reacciones alérgicas como urticaria o dermatitis de contacto. También puede provocar manchas en los dientes y la lengua, aunque estos efectos son reversibles y desaparecen tras el cese del tratamiento.
En resumen, la Clorhexidina es un agente antiséptico muy utilizado en España para prevenir infecciones bacterianas en la piel y las mucosas. Su acción residual prolongada y su amplio espectro de actividad lo convierten en una opción muy efectiva para el tratamiento de diversas patologías. Sin embargo, es importante tener en cuenta sus limitaciones frente a virus y hongos, así como los posibles efectos secundarios asociados a su uso.