La cabergolina es un medicamento que pertenece al grupo ATC G02CB03 y se utiliza principalmente para tratar trastornos relacionados con la prolactina, como la hiperprolactinemia y los tumores hipofisarios productores de prolactina.
En España, la cabergolina está disponible en forma de comprimidos y su uso está regulado por prescripción médica. Según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en 2019 se dispensaron más de 1.6 millones de unidades de cabergolina en el país.
La cabergolina actúa sobre los receptores dopaminérgicos en la glándula pituitaria, lo que reduce la producción excesiva de prolactina. Esto puede ayudar a aliviar los síntomas asociados con la hiperprolactinemia, como la infertilidad, las irregularidades menstruales y el crecimiento anormal del tejido mamario en hombres y mujeres.
Además, también se ha demostrado que la cabergolina es efectiva para reducir el tamaño de los tumores hipofisarios productores de prolactina. En algunos casos, incluso puede eliminar completamente el tumor sin necesidad de cirugía.
Aunque generalmente bien tolerada por los pacientes, la cabergolina puede tener algunos efectos secundarios. Los más comunes incluyen náuseas, mareos y dolor abdominal. En raras ocasiones, también se han reportado efectos secundarios graves como fibrosis pulmonar y problemas cardíacos.
Es importante destacar que la cabergolina no debe ser utilizada durante el embarazo o durante la lactancia debido a su capacidad para inhibir la producción de leche materna.
En resumen, la cabergolina es un medicamento efectivo para tratar trastornos relacionados con la prolactina, como la hiperprolactinemia y los tumores hipofisarios productores de prolactina. Aunque puede tener algunos efectos secundarios, su uso está regulado por prescripción médica y es generalmente bien tolerado por los pacientes.