La somatropina es una hormona de crecimiento humano sintética que se utiliza para tratar diversas afecciones médicas. Pertenece al grupo ATC H01AC01 y se administra por vía subcutánea o intramuscular.
En España, la somatropina está disponible en varias presentaciones comerciales, incluyendo Genotropin, Norditropin y Saizen. Según las estadísticas, en 2019 se dispensaron más de 2 millones de unidades de somatropina en el país.
La principal indicación para el uso de la somatropina es el tratamiento del déficit de hormona del crecimiento en niños y adultos. En los niños, esta deficiencia puede ser causada por una variedad de factores, como trastornos genéticos o enfermedades crónicas. La administración temprana de somatropina puede ayudar a mejorar la estatura final y prevenir complicaciones asociadas con el déficit hormonal.
En los adultos, la deficiencia de hormona del crecimiento puede ser causada por lesiones cerebrales traumáticas, tumores hipofisarios o tratamientos oncológicos. La terapia con somatropina puede ayudar a mejorar la composición corporal y reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Además del tratamiento del déficit hormonal, la somatropina también se utiliza en otras condiciones médicas. Por ejemplo, se ha demostrado que es efectiva en el tratamiento del síndrome de Turner y el síndrome de Prader-Willi en niños. También se ha utilizado para tratar la insuficiencia renal crónica y la fibrosis quística.
Aunque generalmente bien tolerada, la terapia con somatropina puede estar asociada con algunos efectos secundarios. Estos pueden incluir dolor en el sitio de la inyección, hinchazón, enrojecimiento y picazón. En casos raros, se han reportado complicaciones más graves, como hipertensión intracraneal y diabetes mellitus.
En conclusión, la somatropina es una hormona de crecimiento humano sintética que se utiliza para tratar diversas afecciones médicas. Es especialmente útil en el tratamiento del déficit hormonal en niños y adultos. Aunque puede estar asociada con algunos efectos secundarios, la terapia con somatropina generalmente es segura y bien tolerada cuando se administra adecuadamente bajo supervisión médica.