La claritromicina es un antibiótico macrólido utilizado para tratar infecciones bacterianas en el tracto respiratorio superior e inferior, la piel y los tejidos blandos. Pertenece al grupo ATC J01FA09 y se administra por vía oral o intravenosa.
En España, la claritromicina es uno de los antibióticos más recetados para tratar infecciones respiratorias. Según datos del Ministerio de Sanidad, en 2019 se dispensaron más de 2 millones de envases de claritromicina en farmacias españolas.
La claritromicina actúa inhibiendo la síntesis proteica bacteriana, lo que impide que las bacterias se multipliquen y se propaguen. Es efectiva contra una amplia variedad de bacterias grampositivas y gramnegativas, incluyendo Streptococcus pneumoniae, Haemophilus influenzae y Moraxella catarrhalis.
La dosis recomendada de claritromicina varía según el tipo y gravedad de la infección. En general, se recomienda una dosis diaria única de 500 mg por vía oral durante 7 a 14 días para tratar infecciones respiratorias agudas como neumonía adquirida en la comunidad o exacerbaciones agudas de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
En pacientes con insuficiencia renal grave (aclaramiento de creatinina <30 ml/min), se debe ajustar la dosis para evitar acumulación del fármaco en el cuerpo. Además, se debe tener precaución al administrar claritromicina junto con otros medicamentos que puedan prolongar el intervalo QTc del electrocardiograma, ya que la claritromicina también puede prolongar este intervalo y aumentar el riesgo de arritmias cardíacas.
La claritromicina puede causar efectos secundarios como náuseas, diarrea, dolor abdominal y alteraciones del gusto. En raras ocasiones, puede causar reacciones alérgicas graves como anafilaxia o síndrome de Stevens-Johnson.
Es importante destacar que el uso inadecuado de antibióticos, incluyendo la claritromicina, contribuye a la resistencia bacteriana. Por lo tanto, se recomienda utilizar este fármaco solo cuando esté indicado y siguiendo las pautas terapéuticas establecidas por el médico.
En resumen, la claritromicina es un antibiótico macrólido ampliamente utilizado en España para tratar infecciones respiratorias. Es efectiva contra una amplia variedad de bacterias y se administra por vía oral o intravenosa. Sin embargo, su uso debe ser cuidadoso para evitar efectos secundarios y resistencia bacteriana.