La rifampicina es un antibiótico de la clase de las rifamicinas, que se utiliza para tratar infecciones bacterianas en el cuerpo. Pertenece al grupo ATC J04AB02 y se administra por vía oral o intravenosa.
La rifampicina es efectiva contra una amplia variedad de bacterias, incluyendo Mycobacterium tuberculosis, la bacteria que causa la tuberculosis. También se utiliza para tratar infecciones por estafilococos y estreptococos, así como para prevenir la meningitis en personas que han estado expuestas a esta enfermedad.
En España, según datos del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, en el año 2019 se dispensaron más de 80.000 unidades de rifampicina en las farmacias españolas. La mayoría de estas unidades fueron prescritas para el tratamiento de la tuberculosis.
La rifampicina se absorbe rápidamente después de su administración oral y alcanza niveles terapéuticos en sangre dentro de una hora. Se distribuye ampliamente por todo el cuerpo y penetra bien en los tejidos y líquidos corporales, incluyendo el líquido cefalorraquídeo (LCR), lo que lo hace útil para tratar infecciones del sistema nervioso central.
La eliminación de la rifampicina del cuerpo ocurre principalmente a través del hígado mediante metabolismo hepático y excreción biliar. La vida media plasmática es corta (2-3 horas), pero debido a su actividad prolongada sobre las bacterias puede administrarse una vez al día.
La dosis recomendada varía según la edad del paciente y la indicación terapéutica específica. En general, se recomienda una dosis de 10 mg/kg de peso corporal por día para el tratamiento de la tuberculosis. Para otras infecciones, la dosis puede variar entre 300 y 600 mg al día.
La rifampicina puede tener efectos secundarios, como enrojecimiento y picazón en la piel, náuseas, vómitos y diarrea. También puede causar cambios en los resultados de las pruebas hepáticas y reducir la eficacia de los anticonceptivos orales. Por lo tanto, es importante que los pacientes informen a su médico si están tomando otros medicamentos o suplementos.
En resumen, la rifampicina es un antibiótico ampliamente utilizado para tratar infecciones bacterianas en España. Es efectivo contra una amplia variedad de bacterias y se administra por vía oral o intravenosa. La dosis recomendada varía según la edad del paciente y la indicación terapéutica específica. Aunque puede tener efectos secundarios, es un medicamento seguro y eficaz cuando se usa correctamente bajo supervisión médica adecuada.