La pirazinamida es un medicamento antituberculoso que pertenece al grupo ATC J04AK01. Se utiliza en combinación con otros fármacos para el tratamiento de la tuberculosis activa.
En España, según las estadísticas del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, la tasa de incidencia de tuberculosis ha disminuido en los últimos años. En 2018 se registraron 4.401 casos nuevos, lo que supone una tasa de incidencia de 9,4 casos por cada 100.000 habitantes.
La pirazinamida actúa inhibiendo la síntesis del ácido nucleico en las bacterias causantes de la tuberculosis. Se administra por vía oral y se absorbe rápidamente en el tracto gastrointestinal.
La dosis recomendada varía según el peso corporal del paciente y la gravedad de la enfermedad. En general, se suele administrar una dosis diaria entre 15 y 30 mg/kg durante los primeros dos meses del tratamiento.
Es importante destacar que la pirazinamida puede provocar efectos adversos como náuseas, vómitos, dolor abdominal o erupciones cutáneas. También puede producir alteraciones hepáticas y hematológicas en algunos pacientes.
Por este motivo, es fundamental realizar un seguimiento estrecho durante el tratamiento con pirazinamida para detectar cualquier signo o síntoma que indique una posible toxicidad.
Además, se recomienda evitar su uso durante el embarazo debido a que no existen suficientes estudios sobre su seguridad en mujeres gestantes.
En resumen, la pirazinamida es un medicamento antituberculoso eficaz pero que debe ser utilizado bajo supervisión médica y con precaución debido a sus posibles efectos adversos. Su uso adecuado y combinado con otros fármacos puede contribuir a la erradicación de la tuberculosis en España y en todo el mundo.