La clofarabina es un fármaco antineoplásico utilizado en el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda (LLA) en niños y adultos jóvenes. Pertenece al grupo ATC L01BB06.
La clofarabina actúa inhibiendo la síntesis de ADN y ARN, lo que resulta en la muerte celular de las células cancerosas. Se administra por vía intravenosa y su dosis varía según el peso del paciente y su estado general de salud.
En España, se estima que cada año se diagnostican alrededor de 300 casos nuevos de LLA en niños menores de 15 años. La mayoría de estos casos son tratados con quimioterapia, incluyendo la clofarabina como uno de los medicamentos utilizados.
Los estudios clínicos han demostrado que la clofarabina es efectiva en el tratamiento tanto del LLA recidivante como del LLA refractario. En un estudio realizado en España con pacientes pediátricos con LLA refractario o recidivante, se observó una tasa global de respuesta del 44%, con una tasa de respuesta completa del 24%. Además, se observó una supervivencia libre de progresión a los seis meses del 19%.
La clofarabina puede causar efectos secundarios como náuseas, vómitos, diarrea, fiebre y disminución del número de glóbulos blancos y plaquetas en sangre. También puede causar reacciones alérgicas graves en algunos pacientes.
Es importante destacar que la administración adecuada y segura de la clofarabina requiere experiencia y conocimientos especializados en el manejo de medicamentos antineoplásicos. Por esta razón, su uso está restringido a hospitales y centros especializados.
En resumen, la clofarabina es un fármaco antineoplásico utilizado en el tratamiento de la leucemia linfoblástica aguda en niños y adultos jóvenes. Su efectividad ha sido demostrada en estudios clínicos y se utiliza como parte del régimen de quimioterapia para esta enfermedad. Sin embargo, su uso requiere experiencia y conocimientos especializados debido a sus posibles efectos secundarios y riesgos asociados.