El grupo ATC L02BG se refiere a los inhibidores enzimáticos utilizados en la terapia endocrina. Estos medicamentos actúan bloqueando la producción de hormonas sexuales, lo que resulta en una disminución de los niveles de estrógeno y testosterona.
En España, los inhibidores enzimáticos son comúnmente utilizados para tratar el cáncer de mama en mujeres postmenopáusicas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, el cáncer de mama es el tumor más frecuente entre las mujeres españolas, representando el 29% de todos los casos nuevos diagnosticados en 2019.
El uso de inhibidores enzimáticos ha demostrado ser efectivo en la reducción del riesgo de recurrencia del cáncer de mama y también puede ser utilizado como tratamiento adyuvante después de la cirugía. Además, estos medicamentos pueden ser utilizados para tratar otros tipos de cáncer como el cáncer prostático avanzado.
Los inhibidores enzimáticos actúan bloqueando la actividad de una enzima llamada aromatasa, que convierte andrógenos (hormonas sexuales masculinas) a estrógenos (hormonas sexuales femeninas). Al bloquear esta conversión, se reduce la cantidad total de estrógeno disponible para estimular las células cancerosas.
Sin embargo, estos medicamentos no están exentos de efectos secundarios. Los más comunes incluyen sofocos, sudores nocturnos y sequedad vaginal. También pueden aumentar el riesgo de osteoporosis y fracturas óseas debido a la disminución del nivel hormonal.
Es importante destacar que estos medicamentos deben ser prescritos y supervisados por un médico especialista en oncología o endocrinología. Además, es fundamental que las mujeres que toman inhibidores enzimáticos se sometan a controles regulares para detectar cualquier efecto secundario o cambio en los niveles hormonales.
En resumen, los inhibidores enzimáticos son una herramienta importante en la terapia endocrina utilizada para tratar el cáncer de mama y otros tipos de cáncer. Aunque pueden tener efectos secundarios, su uso ha demostrado ser efectivo en la reducción del riesgo de recurrencia del cáncer y puede mejorar la calidad de vida de las pacientes. Es importante que estos medicamentos sean prescritos y supervisados por un médico especialista para garantizar su seguridad y eficacia.