La betahistina es un fármaco utilizado para el tratamiento de los trastornos del equilibrio y la audición. Pertenece al grupo ATC N07CA01 y actúa como agonista parcial de los receptores histamínicos H1 y H3.
En España, la betahistina está disponible en diferentes presentaciones, incluyendo comprimidos de 8 mg y 16 mg. Según las estadísticas, en el año 2020 se dispensaron más de 2 millones de unidades de betahistina en las farmacias españolas.
La betahistina se utiliza principalmente para el tratamiento del vértigo asociado a enfermedades del oído interno, como la enfermedad de Ménière. También puede ser útil en otros trastornos del equilibrio, como la laberintitis o la neuritis vestibular.
El mecanismo exacto por el cual la betahistina mejora los síntomas del vértigo no está completamente comprendido. Se cree que actúa aumentando el flujo sanguíneo en el oído interno y reduciendo la excitabilidad neuronal en ciertas áreas del cerebro involucradas en el control del equilibrio.
La dosis recomendada de betahistina varía según la condición a tratar. En general, se recomienda comenzar con una dosis baja e ir aumentando gradualmente hasta alcanzar la dosis efectiva más baja posible. La duración del tratamiento también depende de cada caso individual.
La betahistina es generalmente bien tolerada por los pacientes. Los efectos secundarios más comunes incluyen dolor abdominal, náuseas y mareo leve. En raras ocasiones pueden producirse reacciones alérgicas o cambios en la presión arterial.
Es importante tener en cuenta que la betahistina no está recomendada para su uso durante el embarazo o la lactancia, ya que no se han realizado suficientes estudios sobre su seguridad en estos casos.
En resumen, la betahistina es un fármaco útil y seguro para el tratamiento de los trastornos del equilibrio y la audición. Siempre debe ser prescrita por un médico y tomada según las indicaciones específicas para cada caso individual.