La flunarizina es un fármaco que pertenece al grupo ATC N07CA03 y se utiliza para el tratamiento de la migraña y los mareos. Actúa como un bloqueador de los canales de calcio, lo que reduce la entrada de calcio en las células nerviosas y disminuye la liberación de sustancias inflamatorias.
En España, la migraña afecta a aproximadamente el 12% de la población, siendo más común en mujeres que en hombres. La flunarizina ha demostrado ser efectiva en el tratamiento preventivo de las migrañas, reduciendo tanto la frecuencia como la intensidad de los ataques.
En un estudio realizado en España con pacientes que sufrían migrañas crónicas, se encontró que aquellos tratados con flunarizina experimentaron una reducción del 50% en el número de días con dolor al mes. Además, también se observó una disminución significativa en la duración y gravedad del dolor.
Otro uso común para la flunarizina es el tratamiento del vértigo y los mareos asociados con trastornos vestibulares. En un estudio español realizado con pacientes mayores de 65 años que sufrían vértigo crónico, se encontró que aquellos tratados con flunarizina experimentaron una mejora significativa en su equilibrio y estabilidad.
La dosis recomendada para adultos es generalmente entre 5-10 mg al día, tomada por vía oral. Sin embargo, debido a sus efectos secundarios potenciales (como somnolencia o aumento de peso), es importante comenzar con una dosis baja e ir aumentando gradualmente según sea necesario.
Es importante tener en cuenta que la flunarizina no es adecuada para todos los pacientes. Aquellos con antecedentes de enfermedad hepática o que estén tomando ciertos medicamentos (como los inhibidores de la monoaminooxidasa) deben evitar su uso. Además, las mujeres embarazadas o en período de lactancia deben consultar a su médico antes de tomar flunarizina.
En resumen, la flunarizina es un fármaco efectivo para el tratamiento preventivo de la migraña y el vértigo. Si bien tiene algunos efectos secundarios potenciales, puede ser una opción valiosa para aquellos que sufren estos trastornos crónicos. Como siempre, es importante hablar con un médico antes de comenzar cualquier tratamiento farmacológico y seguir sus instrucciones cuidadosamente.